viernes, 3 de febrero de 2012

[Egipto] Relato de un hincha del Al Ahly sobre los acontecimientos ocurridos en Port Said.


Hay 3 elementos a considerar para tratar de entender lo que sucedió en Port Said con los Ultras Ahlawy, quienes han endurecido sus protestas contra el ejército en los últimos dos meses (después de la muerte de nuestro compañero Mohamed Mustafa, en noviembre, asesinado por el ejército).
En el "tifo" del último fin de semana, cantamos en gran medida contra el ejército y sacamos una bandera que decía que eran unos matones.
Lo que pasó anoche, fue el precio que tuvimos que pagar.

A tener en cuenta:

Los hinchas del Al Masry ingresaron al campo de juego cada vez que su equipo convirtió un gol

1. La policía, que les permitió (a los seguidores del Al Masry) entrar con armas al estadio y les permitió invadir el terreno de juego tres veces durante el partido y después de cada gol sin ninguna interferencia policial. Esto era imposible en Egipto...hasta ahora.


2. El ejército, que cerró con llaves y trabó las puertas de las salida
s, como así también la de los baños.

3. El odio entre nosotros y ellos, que se remonta desde
los años treinta. Este siempre ha sido un partido de alto riesgo, era el único viaje en el que mi papá trataba de decirme que no vaya, estoy hablando de hace unos quince años atrás, muchos años antes que existan grupos ultras organizados. La violencia ha sido una constante entre los hinchas de ambos clubes, desde siempre (Ahly y el Ismaily se considera el partido más peligroso según los medios de comunicación, pero ir a Portsaid es mucho más difícil e intimidante).
No sé si eran conscientes (los hinchas del Al Masry) de la "conspiración
" de la policía y el ejército, pero vieron en eso la oportunidad y estaban preparados para matarnos. Se aprovecharon de esto a la perfección, no tienen reglas ni mentalidad y hemos pagado un alto precio. Sabemos que a veces se gana y otras se pierde, pero esto fue una gran pérdida.

La policía antidisturbios estaba ubicada como siempre, una línea detrás de los arcos y una línea enfrente de la zona de la curva. Los del Al Masry invaden el terreno de juego en gran número, incluso algunos hinchas nuestros trataron de saltar al campo para proteger a los jugadores. Cuando llegan hasta atrás del arco donde estábamos ubicados, la policía los deja pasar. Empiezan a tirarnos bengalas, cohetes y piedras.


De repente se armó un gran disturbio dentro del campo de juego con todo lo que te puedas imaginar, más que nada palos y cuchillos. La gente intentó escaparse del lugar, pero se encontraron con las puertas cerradas, algo increíble porque siempre la policía custodia las puertas, esta vez no había nadie y estaban trabadas.
Los que pelearon contra los hinchas locales en su gran mayoría fueron apuñalados o recibieron disparos.
Las personas que intentaron escapar fueron atrapados en la escalera que conduce al túnel (tenía puesto los pasadores y los candados). A todo esto, los hinchas de Al Masry seguían tirando bengalas contra la gente atrapada.
Esto es una tragedia. Cada tres horas se oye un nuevo nombre de otro amigo que murió. Ultras es una forma de vida y no de muerte.

Fue una gran pérdida. La policía y el ejército nos querían castigar, utilizando todo su odio contra nosotros. No son más que animales sin cerebro ni honor.
Una de las canciones más importantes de nuestra hinchada dice "el día que deje de cantar, es el día de mi muerte".
Supongo que la próxima vez que la cantemos, vamos a cantar más fuerte que nunca y vamos a estar pensando en todos nuestros amigos y en lo que representa esta frase, la vida y la muerte.

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